lunes, 30 de noviembre de 2015

Oscuridad

La señorita era tan bella, tan bella, que sus padres la quisieron congelar en la eternidad. Ella se dejó, porque todo lo que le pedían, lo hacía. Mas cuando por primera vez se observó en esa pintura inmortal, notó que algo ahí andaba mal.
Ella era pequeña, pero igualmente tuvo la grandeza de reconocer que en sus ojos brillo no había. Entonces, gracias a eso decidió, que quería empezar a vivir.
Así, con su espíritu avivado y sus ansias por el cielo salió a pasear, salió a investigar. Vio entonces que el mundo era mucho más que su castillo de cristal, supo ahí, que se tenía que escapar.
Sus padres nunca más la quisieron aceptar, y con esa imágen suya decidieron recordar.
En cambio ella, fue la aventurera más feliz de todos los tiempos, y nunca más se olvidó de sentir.

lunes, 23 de noviembre de 2015

Encontrar

Algún momento pacífico habremos de tener, de disfrutar. Porque todo eso es como la vida misma, como el dolor alojado en el pecho que proviene de la mente, y como la paz promulgada por muchos pero encontrada en pocos.
Hoy no tengo miedo, tengo esperanza, que todo lo bueno que se nos va a lo largo de la vida tarde o temprano vuelve. Y todo llega, lejos o cerca, todo llega, aunque no sepamos cómo ni cuándo. Las diferencias pueden convivir, así como conviven las injusticias y los reprimidos. La vida compuesta de opuestos, la vida en constante cambio. La vida de la que me enamoro a pesar de las decepciones. Hoy tengo esperanza. Y aunque sé que debería convivir con ella, como conviven el amor y el odio, no siempre la encuentro o siento cerca de mí. Pero hoy sí, y voy a seguir luchando para que este mundo nunca deje de latir.

martes, 10 de noviembre de 2015

Bellas palabras

Las palabras bellas son en verdad las que sobran. No son las malas, ni las hostiles ni las maleducadas las que se encuentran más seguido, sino las bellas.
Pero es que las palabras bellas esconden momentos oscuros, siempre salen a flote cuando algo necesita ser rescatado del derrumbe, del rechazo. Las palabras bellas vienen generalmente acompañadas. Acompañadas por llamadas, por lágrimas, por besos, por gritos.
No son siempre bellas las palabras que surgen en los momentos más bellos de la vida, generalmente acarreados con largos silencios. Ni bellas son las palabras de la música, aunque bellas suenan. No son bellos los abandonos, casi siempre dichos con bellas palabras.
Los momentos de desesperación, esos sí se encuentran entre las razones de ser de las palabras bellas. Palabrerío. Así habrían de llamarse estas que hoy motivo de reflexión son. El desahogo no es necesario en ellas, que son tan bellas como yo desearía ser.

martes, 3 de noviembre de 2015

De sobra

Qué desinteresadas suenan aquellas voces hoy. Cuánta miseria hay en el mundo que nos rodea y no podemos siquiera notarlo. Cuánto dolor, cuánta agonía. Cuánta tristeza. Llegar a la conclusión de saber por cierto lo insignificantes que somos en el universo,lo insignificante que este mundo es para la galaxia, quizás sea el primer paso para la aceptación.
Cuánto dinero mal gastado y cuánta comida mal repartida. Cuánto desierto y cuánto río. Cuánto azul profundo del mar y cuánto azul clarito del cielo. Las manchas de un pasado impreciso y el sudor de una frente después del ejercicio. Son nimiedades de un mundo poco generoso e injusto. Impiadoso. Abrasador. Arrasador.
Qué desinteresados suenan aquellos gritos ahogados en llantos.