viernes, 1 de agosto de 2014

ayer

Y aún hoy me sigo preguntando
cómo es que soporté tanto, 
y sin embargo sigo aquí parada. 
Puedo correr, puedo escribir,
puedo bailar, puedo reír, puedo llorar. 

No me dejo caer, 
no me dejo vencer
porque así y todo estoy
convencida de que
las notas que iluminan 
hoy mi voz son 
producto de tu calor. 

Vuelvo a entender que
fuerzas siempre faltan 
pero el solo hecho de
nunca ceder es la 
gloria en persona de entender
que junto a mí misma 
siempre voy a estar.

Hoy orgullosa estoy 
de saberme cobarde 
ante las reacciones malvadas. 
Quien dice que imposible 
cambiar es, miente, 
simplemente nunca lo intentó. 

No esencia sino
actitudes de mala gana, 
no somos eso, 
somos miel, 
de a poco creo entender 
la poca lógica que 
en la vida se abrazaron o 
desciende por tu espalda
el resto de 
placer que creí contener. 

Y es así como 
todo vuelve a ser. 

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