Y aún hoy me sigo preguntando
cómo es que soporté tanto,
y sin embargo sigo aquí parada.
Puedo correr, puedo escribir,
puedo bailar, puedo reír, puedo llorar.
No me dejo caer,
no me dejo vencer
porque así y todo estoy
convencida de que
las notas que iluminan
hoy mi voz son
producto de tu calor.
Vuelvo a entender que
fuerzas siempre faltan
pero el solo hecho de
nunca ceder es la
gloria en persona de entender
que junto a mí misma
siempre voy a estar.
Hoy orgullosa estoy
de saberme cobarde
ante las reacciones malvadas.
Quien dice que imposible
cambiar es, miente,
simplemente nunca lo intentó.
No esencia sino
actitudes de mala gana,
no somos eso,
somos miel,
de a poco creo entender
la poca lógica que
en la vida se abrazaron o
desciende por tu espalda
el resto de
placer que creí contener.
Y es así como
todo vuelve a ser.
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