Costó lágrimas,
costó sudor,
pero nada viene
sin labor.
Uno a veces subestima
lo que es el poder
del deseo, de no
quedarnos parados.
Me das fuerzas,
de seguir,
de ser mejor,
de creer para
por fin poder
obtener.
Quiero sentarme
en tu regazo hoy,
y escuchar esas
historias de
viejas glorias.
Busco hoy,
no ayer,
lo que perdí
en el pasado
pero NO,
no es eso lo
que quiero.
Yo quiero mi
propio milagro,
mi propia canción,
y con mi pueblo
un abrazo para
siempre recordar.
El destino está
en sus manos
pero no sientan
presión, solo
orgullo de que
no es en vano,
creer en esta selección.
No hay comentarios:
Publicar un comentario